A la hora de tratar el conflicto ucraniano, habitualmente se reporta información sobre el papel de los combatientes y del armamento. No obstante, el rol del equipo médico no es menor porque algunos especialistas rusos parecen ser capaces de hacer milagros.Una de estas brigadas sanitarias llevó a cabo una cirugía complicada en la zona de combate.

Un uniformado acudió a la unidad médica con un proyectil de 30 milímetros de diámetro incrustado en la pierna izquierda que no detonó. Arriesgando su propia vida, los cirujanos extrajeron el material explosivo del cuerpo del paciente y su vida ya no corre peligro.Según el jefe del equipo que lo atendió, este militar tuvo suerte, ya que se trata de un caso inusual. Alexéi, médico residente jefe, señaló que en el procedimiento participaron dos cirujanos, un anestesiólogo y un equipo de tres zapadores. “El paciente llegó hasta nosotros caminando, es decir, en estado estable y podía andar.

Lo examinamos y le hicimos una radiografía. Descubrimos que tenía una herida de metralla en la cual se había alojado un objeto extraño, que resultó ser un proyectil de 30 milímetros”, informó, agregando que “es un caso muy raro, es muy improbable que un proyectil entero entre en el cuerpo humano sin detonar”. “El paciente tuvo una suerte extraordinaria”, dijo.