
Durante el operativo perdieron la vida 16 sospechosos, un policía y una mujer por una bala perdida.
Una operación conjunta de la Policía Militar y Civil llevada a cabo el jueves en el complejo de Alemao, una zona compuesta por 13 favelas en la zona norte de Río de Janeiro, se saldó con la muerte de 18 personas: 16 sospechosos, un policía y una mujer que habría sido víctima de una bala perdida. Se trata de la cuarta acción de este tipo más mortífera en la historia de la urbe brasileña y la tercera en poco más de un año.
En conferencia de prensa, la Policía Civil y la Militar confirmaron los fallecimientos fruto de esta operación, que duró más de doce horas y que tenía como objetivo localizar y arrestar alrededor de 100 delincuentes acusados de cometer robos en centros comerciales, bancos y vehículos.
El teniente coronel Ivan Blaz, portavoz de la Policía Militar de Río, intervino en el programa ‘Bom Dia Rio’ de TV Globo para hablar sobre la importancia de operaciones como la llevada a cabo en Alemao para tratar de disminuir la delincuencia en Río de Janeiro.
Los delincuentes del Complejo do Alemao que invierten en ataques a centros comerciales, robos de bancos, robos de carga y robos de vehículos, están sacrificando a su propia población. Estoy muy molesto de ver tantas manifestaciones de personas que dicen que operaciones como estas no son necesarias. Son necesarias para poder frenar un avance de emergencia en estas bandas”, explicó Blaz.
Según el teniente coronel, las muertes de la mujer Letícia Marinho, de 50 años, y del cabo Bruno de Paula son parte del “costo de la operación”, que añadió que “operaciones como esta representan lo que se llama ‘limpiar el hielo'”, necesarias “porque de lo contrario la sociedad se ahogará”.
En esta operación participaron cerca de 400 policías y se utilizaron cuatro aviones y diez vehículos blindados.
Los vecinos denuncian abusos
Vecinos de Alemao denuncian abusos cometidos durante la operación. En imágenes y videos compartidos en las redes se observa a policías usando las ventanas y terrazas de los habitantes como casetas de vigilancia. También se denuncian robos de pertenencias y agresiones.