El ejército israelí ha reportado un significativo aumento en las tensiones a lo largo de su frontera norte, tras afirmar que el movimiento islamista libanés Hezbolá, respaldado por Irán, lanzó aproximadamente 80 proyectiles hacia territorio israelí. Este incidente marca una de las mayores escaladas en la región en los últimos meses, subrayando la volatilidad persistente en la frontera entre Israel y Líbano.

Según el comunicado emitido por el ejército israelí, los proyectiles cruzaron la frontera desde Líbano, lo que provocó una respuesta inmediata de las fuerzas israelíes. En represalia, Israel llevó a cabo una serie de ataques aéreos dirigidos a posiciones estratégicas en la periferia sur de Beirut, un área conocida por ser un bastión de Hezbolá, así como en la ciudad de Tiro, ubicada en el suroeste del país. Estos ataques han sido descritos como parte de un esfuerzo por neutralizar las capacidades ofensivas de la milicia proiraní y disuadir futuros ataques.

El intercambio de fuego ha generado preocupación internacional, con llamados a la moderación por parte de varios países y organizaciones internacionales. La comunidad internacional teme que esta escalada pueda desencadenar un conflicto más amplio en una región ya de por sí inestable. Mientras tanto, las autoridades israelíes han reforzado las medidas de seguridad en las áreas cercanas a la frontera, instando a los residentes a permanecer en alerta máxima.

Este incidente resalta las complejas dinámicas geopolíticas en el Medio Oriente, donde las alianzas y rivalidades regionales a menudo se entrelazan con conflictos locales. La situación sigue siendo tensa, y el mundo observa de cerca cualquier desarrollo que pueda surgir de este enfrentamiento.

AFP