POR: EURONEWS

MOSCU.- El opositor ruso Alexéi Navalni ha vuelto a ser detenido nada más pisar su país natal.

Todo, tras pasar cinco meses en Alemania recuperándose de un envenenamiento con una sustancia tóxica, que habrían perpetrado los servicios secretos por orden del Kremlin, según denuncia.

Los servicios penitenciarios han confirmado su arresto, solicitado en virtud de la orden de busca y captura que pesaba sobre el opositor ruso.

Instantes antes de su detención en el control de pasaportes, criticaba el caos provocado por las autoridades rusas con su llegada a Moscú.

«No era una elección para mí, el estar aquí en Moscú, no tuve que elegir si regresar o no, ni por un segundo esto fue un problema para mí. Sin embargo, volviendo se ve cómo uno tiene que luchar aquí porque… ¡Dios mio! estas autoridades no son ni siquera unos ladrones despreciables, sino personas absolutamente inútiles, que hacen cosas bastante inútiles, y que han puesto en peligro la seguridad aérea de esta enorme y maravilllosa ciudad. ¿Y, para quién?¿Para un hombre sobre el que Putin dijo que quién lo necesita?», dijo Navalny.

Sentado junto a su esposa Yulia aterrizaba en el aeropuerto moscovita de Sheremétievo, a dónde fue desviado, aunque su llegada estaba prevista al de Vnúkovo.

Navalni vuelve a casa con su mujer Yulia. Lo único que le pidió a los periodistas antes de despegar (en Berlín) es que ocuparan sus asientos cuanto antes para que el avión pudiera comenzar a rodar, y volver a Rusia desde donde, como dijo antes, nunca quiso irse por su propia voluntad.

Precisamente en Vnúkovo, las fuerzas de seguridad han detenido a medio centenar de seguidores de Navalni, también a varios periodistas, según el portal de la oenegé OVD-info.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha calificado su detención de «inaceptable» y ha pedido su «inmediata» puesta en libertad.

Por Mersales

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